domingo, 18 de octubre de 2009

Solemne

Barrio Brasil:
Un espacio cultural que desaparece
Por Víctor Aravena

Un café cortado y un jugo de frambuesa, en la esquina de Huérfanos con Brasil, bastan para conversar plenamente con Danilo Monteverde, candidato a diputado por el distrito 22 de la comuna de Santiago. Este joven de 27 años ha vivido desde pequeño en el sector y lo ha visto evolucionar. Él es sólo uno de los 7 candidatos que postulan para la comuna y que buscan representarla en la Cámara de Diputados. Además, es el más joven de ellos y postula por el Partido Humanista apoyando a Marco Enríquez Ominami.
Faltan menos de dos meses para las elecciones y en el barrio Brasil ya se viven los puerta a puerta, la entrega de panfletos y las reuniones con las juntas de vecinos, para definir lo que son las principales problemáticas de los habitantes del sector. Aseo, patrimonio, delincuencia, inmigración y cultura son los temas recurrentes que surgen entre los vecinos, quienes no quieren dejar pasar esta oportunidad para encarar a los candidatos a diputado por los temas que no son tratados en el municipio.

Danilo Monteverde (PH), Candidato al Distrito 22


Tras varios intentos de llamado a la oficina de Felipe Harboe, su jefa de prensa le pasa el teléfono al actual diputado por la comuna y en menos de quince minutos se le debe realizar una entrevista que abarque diversos temas del barrio Brasil.
Con su característica y rápida manera de hablar, Felipe Harboe hace hincapié en tres problemas que deben tratarse en la Cámara de Diputados. En primer lugar quiere regular el nivel de altura de las construcciones nuevas del barrio mediante plebiscitos en los cuales los vecinos puedan optar por el mejor destino para sus alrededores. En segundo lugar se refiere a los inmigrantes, a los cuales defiende plenamente, y así lo demuestra con el envío a la Cámara de un proyecto de plan de seguridad para los extranjeros, que los protege ante la ley en muchos casos de problemas que se puedan producir con chilenos. En tercer y último lugar le preocupa el hacinamiento que existe en diversas casas, en las cuales se arriendan piezas para inmigrantes, y en las que muchas veces no se sabe qué ocurre adentro. “Los inmigrantes deben recurrir a la delincuencia y al narcotráfico para pagar sus arriendos porque los trabajos que ofrecen en el sector son denigrantes. Por eso promuevo un proyecto de ley en el que los dueños de casas que arriendan piezas deban hacerse responsables por lo que ahí ocurre, sin lavarse las manos por el hecho de no estar presentes”, dice Felipe Harboe antes de finalizar la conversación.
A un costado de la Plaza Brasil, Danilo Monteverde habla sobre lo que a él le parece inaceptable en un barrio histórico como lo es Brasil. Lo más importante, en su opinión, es la cultura y la inserción de los inmigrantes al sector, además del cuidado del patrimonio. “Desde Ravinet, luego con Lavín, después con Alcaíno y ahora con Zalaquett, que se ha pasado por encima del patrimonio con la construcción de edificios en lugares donde antes había casas históricas, las cuales deberían ser ocupadas como espacios culturales. Yo voy por un subsidio para que se mantengan las casas más antiguas con subvención del estado.”
En cuanto a los inmigrantes, Danilo es tajante en su opinión y le hierve la sangre cuando se habla negativamente de ellos. Para él no debería existir la discriminación y por lo mismo pretende promover un proyecto de ley que sancione la discriminación pública a los inmigrantes en Chile. “Esta sanción se refiere a la gente que, por ejemplo, arrienda casas y que coloca letreros que dicen que tienen piezas disponibles sólo para chilenos”, dice Danilo antes de beber de su tasa con café cortado. “Y también voy por una ley que sancione a las casas que tengan a muchas familias viviendo en ellas, hacinadas."

Letrero que discrimina a los inmigrantes

Los vecinos

Alejando Valenzuela, partícipe de la Comunidad para el Desarrollo Humano, que se desempeña en el barrio Brasil, exige que se conozcan todas las candidaturas a fondo porque lo que se ve en la televisión es muy poco. Para él no hay un incentivo para cuidar el barrio y por lo mismo se está perdiendo. “Los carteles políticos llenan las calles del sector y le quitan la esencia”, dice Alejandro que además de encontrar innecesaria tanta propaganda, cree que el gobierno debería dar una instancia en la que el municipio, en conjunto con los vecinos y el estado, puedan conversar y definir soluciones para la problemática de la inmigración.
A este mismo tema se refiere Rosita Montecinos, profesora y fundadora del centro cultural Mosaico, quien piensa que la inmigración es un lío por lo que se deberían dar más soluciones para que el racismo disminuya en la población. “Si llega un neozelandés a arrendar una pieza, probablemente le den todas las facilidades del mundo, pero si llega un peruano, lo meten a una pieza con otras dos familias que ya viven apretadas en un reducido lugar”, dice Rosita que aparte del tema de la inmigración, encuentra relevante que los espacios culturales del barrio se retomen.
Por su parte Mariana Flores posee una revista denominada “Raíces Humanas”, la cual es entregada en todos los quioscos y lugares públicos gratuitamente para la gente del barrio Brasil. Es una iniciativa propia en la que incluye poesía, cuentos y artículos sobre el sector. Mariana se refiere a los inmigrantes con un tono de preocupación porque dice que algunos de ellos son conflictivos, mientras que otros viven tranquilamente el día a día. “En marzo los peruanos arrendaban el Estudio Gigante y lo utilizaban para juntarse a beber. El problema era que cuando salían del evento estaban tan borrachos que andaban pateando todo en las calles, lo que provocó el rechazo de la gente hacia los inmigrantes en general”, dice la mujer que recuerda esto como una anécdota que fue uno de los causantes del racismo que se vive por parte de algunos vecinos del barrio. Para ella, la solución es que existan eventos en los que se pueda producir intercambio cultural, para que la gente conozca a los inmigrantes.

Campaña parlamentaria en pleno desarrollo

Cultura en el barrio

Todos los entrevistados, a excepción de Felipe Harboe, tocaron un punto en común: La cultura.
Antiguamente en la plaza Brasil se realizaban ferias navideñas, eventos para los más pequeños y una serie de actividades que lograban reunir a la familia en un mismo lugar en el que podían aprender y compartir con los vecinos.
Estas instancias se han ido perdiendo, según los entrevistados. Poco a poco los permisos para hacer actividades públicas se vuelven más tediosos y complicados. “Muchas veces los permisos los entregan después de la fecha que uno tenía previsto para su evento”, dice Mariana, quien participa activamente de actividades sociales del barrio.
Existen diversos lugares en los que abunda cultura, pero lamentablemente es iniciativa de los dueños de esas casas y no del municipio. Es el caso del Taller Sol, del señor Toño Cabina, quien se dedica a realizar eventos para la gente, pero sin permiso. “El Toño saca su proyector, un telón y arma una pequeña fiesta en la plaza para entretener a la gente, cosa que no molesta, al contrario, agrada”, comenta Rosita Montecinos, que conoce hace años al organizador de esta actividad.
Otro centro social se encuentra por un costado de la plaza Brasil. Es el galpón Víctor Jara. Según Danilo Monteverde: “En este recinto se realizan un montón de tocatas y actividades que fomentan la cultura y la sana entretención en el barrio, pero la municipalidad ha tratado de cerrarlo en varias oportunidades.”
Danilo es el único candidato que tiene entre sus prioridades el fomento de la cultura en el barrio y que por lo mismo busca marcar la diferencia con el resto de los postulantes.
Las actividades sociales se han reducido de manera considerable en el barrio Brasil por culpa del municipio, y los vecinos están cada vez más disconformes e ingresan este tema en la agenda de los problemas del sector. “Esta municipalidad está en la política de cerrar espacios que reúnan mucha gente para no tener problemas, sólo por imagen, por salir en la televisión como una comuna sin desordenes y sin delincuencia, pero no es así”, cuenta Rosita, quien aprovecha la instancia para avisar que el 24 de octubre se realizará el evento “Viva la diversidad”, en la plaza Brasil, en el cual gratuitamente los inmigrantes podrán mostrar su cultura y sus tradiciones a la población del barrio Brasil.
Cultura, patrimonio e inmigración son temas obligados en la agenda de los candidatos a diputado por el distrito 22 de Santiago, los que deben ser tratados en las juntas de vecinos y a través de los puerta a puerta, para lograr así, que un espacio cultural, como lo es el barrio Brasil, no desaparezca.


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